Cualquier expresión artística muere cuando su ambigüedad es aniquilada; así es que el arte deja su esencia justo cuando su perspectiva se vuelve sólida, una verdad sin aristas, un objeto que le pertenece a una sola visión, tan aburrida ella. En fin, es el peor disgusto para quien alguna vez sostuvo dicha expresión artística, con la misma ambigüedad que se sostiene la briza entre los dedos. Una verdad absoluta en el arte no es más que un disparo en su cien.
La canción Talk de la banda británica Coldplay que pertenece a su tercera producción discográfica X&Y
siempre me cautivo por su mensaje romántico de saciar el misterio del futuro. Y es ahí donde radica la ambigüedad de la canción: en el camino que cada individuo escoge ante la ansiedad del presente de cada uno de responder a la inteligencia, tan impaciente ella, que nos pregunta: ¿cómo será en el futuro?
Musicalmente, el tema es coherente con su curiosidad acerca del futuro con un pop-rock optimista, sobre todo la guitarra y sus progresiones pegajosas muy bien mezclada con el bajo.
Ahora, en su afán de promocional el tema, el equipo de mercadeo de Coldplay hizo una interpretación de Talk en un video clip donde todo ese colorido ambiguo que el tema me había generado se desdibujó precisamente con su representación visual, obviamente en un medio artístico diferente, pero con el que se intenta influir, adicionar perspectivas a su mensaje, solo que en este caso solo logra diluir ese ángulo tan generoso que una obra de arte nos deja ser su propietario. Mi percepción de TALK esta coloreada por la curiosidad del futuro al que se refiere la letra de la canción, no al blanco y negro contrariado de la version retro de su cinematografía.
No tengo nada en contra de la realización del video clip, pero lo que sí me molesta es que no hay un solo momento que escuche el tema y que no vea la interpretación de su cinematografía en su harmonía musical, peor así cuando solo escucho el tema.
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